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¿Por qué es tan importante?

A pesar de los esfuerzos por prevenirlos, los TME siguen encabezando la lista de problemas de salud relacionados con el trabajo en Europa, y a menudo surgen en combinación con otros problemas de salud. Esto reduce inevitablemente la calidad de vida y la capacidad laboral de las personas, lo que perjudica a las empresas y las economías.

El absentismo laboral debido a los TME representa una elevada proporción de los días de trabajo perdidos en los Estados miembros de la UE. Como promedio, los trabajadores con TME también registran períodos de absentismo laboral más prolongados que los trabajadores sin problemas de salud.

Los TME relacionados con el trabajo constituyen una de las causas más comunes de discapacidad y de baja por enfermedad y son la enfermedad profesional más comúnmente reconocida en países como España, Francia, Italia y Letonia.

Un tercio de los trabajadores con TME y otros problemas de salud consideran que no podrán seguir ejerciendo su trabajo hasta los 60 años.

Además, los TME contribuyen a una merma de la productividad laboral de las personas, y a que, entre las personas que sufren TME, se registren tasas más altas de «presentismo», esto es, acudir al trabajo pese a encontrarse enfermas, que entre quienes no tienen problemas de salud.

Esto tiene un gran impacto en términos económicos. Los costes directos de los TME relacionados con el trabajo incluyen los recursos utilizados para la atención sanitaria (diagnóstico y tratamiento de enfermedades y gastos de rehabilitación) y los medicamentos, así como los costes de indemnización de los trabajadores. Los costes indirectos incluyen los derivados de las perturbaciones en los equipos de trabajo, las pérdidas de productividad, los retrasos en la producción y la sustitución de trabajadores enfermos (incluida la formación de los nuevos trabajadores) y los costes relacionados con el absentismo o el presentismo. Se estima que, para las empresas, estos costes indirectos son varias veces superiores a los costes directos.

Por lo tanto, es fundamental concienciar a los empresarios sobre la cuestión y ofrecerles apoyo y orientación para prevenir o gestionar los TME.